El calendario no tiene la culpa, pero fijo que si la Supercopa
tuviera ojos y boca pediría perdón públicamente por su don de la
inoportunidad. En mitad del éxtasis olímpico en el que nos han metido
los golpes heroicos de Nadal, el emotivo oro de Llaneras, La flecha de
Porreres, el vuelo sin motor del jamaicano Bolt y el célebre récord de
Spitz fumigado por ese delfín humano llamado Phelps, irrumpe la magia
del fútbol con un súper partido digno de una Supercopa.
Valencia, merecido campeón de Copa, y Real Madrid, rey absoluto de
la última Liga. Dos equipos que llegan a la cita sin rascarse el
bolsillo, detalle que es de agradecer con los tiempos que corren. Los
anfitriones han fichado poco, pero han hecho la revolución en los
despachos (Vicente Soriano suplió a Juan Soler) y en el banquillo.
Emery promete buenas sensaciones. Con su Almería ya sacó los colores a
Schuster y no tardará en hacer del Valencia un equipo con sujeto, verbo
y predicado. Lo que jamás tuvo con Koeman, porque ya sabemos todos que
esa Copa bien ganada en el Calderón al Getafe (3-1) tuvo mucho de
autogestión y poco de pizarra.
El Madrid llega como la hormiguita, sin hacer ruido pero tranquilo
por mantener ese bloque triunfal que le permitió pulverizar en la Liga
todos los registros numéricos. No llegó Cristiano Ronaldo, pero
Schuster ha salido bien parado con la llegada de Van der Vaart, un
holandés multiusos al que ya tenían cogida la matrícula en Valencia
desde 2007. Rafael le dará al campeón más profundidad, pegada y
personalidad en la conducción. Faceta en la que hoy puede doctorarse De
la Red si Guti sigue con esas molestias físicas que le han tenido toda
la semana en el gimnasio y no en la pradera.
Ante eso, Emery podrá decir que sus tres auténticos fichajes ya
estaban en casa: Villa, Silva y Albelda. Que se queden dos de los
héroes de Viena es una apuesta seria de futuro para un Valencia que ha
sufrido en menos de un año varios siniestros totales. Pero la
convulsión institucional ha dado paso a una apuesta inteligente del
nuevo presidente. Mestalla agradecerá a Villa y a Silva que se hayan
quedado a abrillantar una lámpara que está sin genio que la frote desde
que se fuese Rafa Benítez a conquistar el corazón red de Anfield.
El Madrid vive una situación similar con Robinho. Se iba (si llegaba
CR7) y amenazaba con volar al nido de Scolari por una cuestión de
despecho (y contrato). Pero al final se queda. Schuster puede premiarle
con la titularidad en un partido de fiesta mayor. Mestalla acogió hace
un año un sonado 1-5 tras la destitución de Quique. El Valencia replicó
en el Bernabéu en una gran noche del irregular Hildebrand (2-3). Hay
partido. Que Pekín nos perdone.
El Valencia homenajeará esta noche a los 7 'eurocampeones'Hasta siete campeones de Europa saltarán esta noche al césped de
Mestalla, aunque uno de ellos, Carlos Marchena, no podrá jugar por
lesión. Aprovechando este primer encuentro oficial de la temporada en
el estadio valencianista, la entidad que preside Vicente Soriano
entregará la insignia de oro y brillantes del club a David Villa,
Silva, Raúl Albiol y Marchena, así como al preparador de porteros del
primer equipo y que también lo es de la Selección, José Manuel
Ochotorena. También se tendrá un detalle con los tres eurocampeones del
Real Madrid, Iker Casillas, Sergio Ramos y Rubén de la Red. Además, el
encuentro estará presidido por la Copa de la Eurocopa que España
conquistó en Viena el pasado 29 de junio ante Alemania.
Emery afronta su estreno en partido oficial con el ValenciaEl encuentro de esta noche también tendrá un significado especial
para Unai Emery. El técnico vasco se estrena en partido oficial al
frente del Valencia. Y lo hará tras haberse convertido en uno de los
protagonistas de la pretemporada. Emery ha conseguido recuperar a una
plantilla cabizbaja tras una última campaña para olvidar gracias a su
capacidad de trabajo. Aunque los resultados no le han terminado de
acompañar en lo que llevamos de verano (dos victorias, frente al Bochum
y al Vitesse; y dos derrotas, contra el Borussia Monchengladbach y el
Newcastle), Unai empieza a imprimir su sello característico a este
nuevo Valencia.
Además, para su estreno oficial tan sólo contará con la baja de
Marchena, a la espera de perfilar una plantilla en la que quiere alguna
baja más y que llegue otro refuerzo.