Los servicios médicos del Real Madrid van a controlar, a partir de
ahora, el modo y manera en que alguno de sus jugadores se someten a la
práctica de hacerse tatuajes en el cuerpo. El club, que no pretente ser
discriminatorio con la estética de sus futbolistas, asegura que es una
medida única y exclusivamente higiénica, encaminada a preservar la
salud de los jugadores ante una práctica que, si no se ejecuta con un
mínimo de garantías, puede resultar perjudicial para la salud de los
interesados.
La moda de los tatuajes se está extendiendo entre
los jugadores y ha dejado de ser algo extraordinario para convertirse
en normal. Pero un tatuaje no deja de ser una agresión a la piel y hay
que saber muy bien qué momento es el idóneo para hacerlo. También hay
que elegir el lugar adecuado del cuerpo y el tamaño del mismo. No
influye tanto el estilo. Pero los hay temporales y hay otros que son
para toda la vida.
En la plantilla del Real Madrid hay varios
jugadores que tienen un tatuaje o varios en su cuerpo. El club se ha
preocupado, a través de sus servicios médicos, de dar una serie de
recomendaciones y consejos a los futbolistas para evitar riesgos. Lo
primero que les han dicho es que pidan el certificado de sanidad del
centro y referencias sobre el tatuador. También tienen que comprobar
que las agujas sean nuevas y, sobre todo, que estén esterilizadas.
Los
futbolistas no están obligados a pedir permiso al club, pero si
conviene hablar con los especialistas médicos. La fecha y el tamaño del
tatuaje son claves. Las horas que pasa un futbolista en manos del
tatuador pueden pasarle factura físicamente. Una sesión de tatuaje, que
puede oscilar entre una y cinco horas dependiendo del tamaño, produce
cansancio, agotamiento y hasta mareos.